En una ciudad de provincia conviven un puñado de personajes en una pensión de familia. Corren los años cincuenta en Colombia. Las sombras de una situación de insostenible violencia política se cuelan por las puertas y las ventanas, mientras sus alocados habitantes deambulan por los corredores. Una sonámbula, un adolescente existencialista, una mujer con pretensiones de diva existen en el encierro, pero el clima es sofocante gracias a esos estertores que provienen de un país que se asesina a diario. En esta tremenda novela publicada en 1996 se encuentran varios de los tópicos de lo que será la celebrada narrativa de Evelio Rosero. Las muertes de fiesta es una gran paradoja: mientras en nuestro interior hay siempre espacio para la imaginación, en el exterior la muerte campea a su antojo.