François no tiene la vida que sueña. Vive solo, en una ciudad donde llueve constantemente, y lleva años trabajando en una lavandería sin recibir el más mínimo aumento. Una entrega cotidiana le lleva un día a llamar a la puerta de una mansión, escenario de un crimen, donde encuentra una decena de cadáveres y una bolsa llena de dinero. Por una vez parece que ha tenido suerte y François decide llevarse la bolsa... y todos los problemas que la acompañan.
"Extraordinario trabajo en el dibujo de las ciudades , la lluvia y los reflejos del agua en las pistas y veredas"