Toma el dinero como la inversión de Cristo, como el anticristo. Mientras Cristo era figura divina y se alienó asumiendo la figura de siervo, el dinero en movimiento contrario, siendo figura de siervo, se transforma en dios el fetiche. Cristo se humille, bajó; el dinero sube, se diviniza. Se trata de una inversión. Esta manera metafórica de usar temas bíblicos y teológicos, por parte de Marx, obliga a una precisa lectura oblicua Sólo una lectura atenta, abierta, que descubra la lógica del discurso filosófico económico de Max podía imaginar esta hipótesis interpretativa.
"excelente libro, para los que creen que ser marxita debe llevar al ateismo, pues no hagan silencio y escuchen le mito"
Eleazar Sánchez Miércoles 03 de Enero, 2024"¡Maravillosa obra del maestro Dussel! Ideal para comprender el pensamiento de Marx desde la Filosofía y la teología de la liberación."