Valparaíso cautiva como ninguna otra ciudad y eso bien lo sabe el estadounidense Todd Temkin, quien eligió, hace dieciocho años, este puerto enclavado en los cerros para vivir y recorrerlo incansablemente. Es probable que Temkin conozca los rincones de Valparaíso mejor que muchos porteños de nacimiento, él sabe dónde comprar el mejor pan en las mañanas, dónde se aprecian las mejores vistas, y conoce los secretos que sólo se descubren al perderse por sus calles y observar con calma. La mirada del autor es la mirada de un poeta deslumbrado con la belleza y el encanto de Valparaíso, pero que al mismo tiempo reconoce en cada uno de sus paseos, callejones y ascensores, las contradicciones vitales de este lugar. El vínculo que los une es el de un amor maduro que aprecia la diversidad cultural de sus personajes, pero también permite criticar sus hábitos, su indolencia y su tendencia al olvido. Moriré en Valparaíso, recopila las mejores columnas que cada semana escribe Todd Temkin para El Mercurio de dicha ciudad. El autor, quien además es director de la Fundación Valparaíso, intenta aquí ofrecer soluciones concretas y nos obliga, de esta forma, a detenernos y valorar nuestro patrimonio. Temkin no nació en Valparaíso, ni siquiera en Chile, pero tiene claro que quiere morir ahí.