Música para una noche en llamas es una colección de historias únicas con el tema de la suplantación del yo como excusa para que Joseph Avski se divierta inventando gente, tramas, juegue con el lector, las formas, el lenguaje, experimente con el género literario. Por ejemplo: un suplantador se empeña en ser Joseph Avski (al que “la envidia malnacida de otro escritor” le cerró tantas puertas) hasta que logra convertirse en él, mientras que el verdadero Joseph Avski, cansado de ser Joseph Avski, logra convertirse en un casi dios. O: un intelectual con mala ortografía y que no lee, le regala a una muchacha su disco de jazz favorito (que jamás ha escuchado) y ella, agradecida, le da una nevera, un sofá y libros de autoayuda “para que te des cuenta de la increíble persona que eres” y siga siendo el intelectual que no es. Música para una noche en llamas es, además, un maravilloso concierto de voces de todo tipo, de múltiples registros y experimentos con el lenguaje; un afinado y muy atinado álbum de cuentos, por momentos frenéticos, por momentos pausados, tranquilos, pero siempre rítmicos, cargados de humor, ironía, dolor, absurdo, ingenio, agudeza, tensión, intensidad, desparpajo, juegos metaliterarios, guiños autobiográficos, silencios y, sobre todo, música. En este libro todo suena. Cada cuento es una canción (un bolero, un tango, una de salsa, de rock, de rap, de punk) con letra y ritmo poderosos. David Betancourt