La La literatura solo tiene sentido cuando es un puente hacia la vida, y cada libro debe levantar ese puente, intentar cruzarlo, acercarse a la otra orilla. Para conseguirlo Bruno Mesa se propone en este diario como un testigo de la ciudad que descubre y en la que debe vivir nueve meses, Roma, una ciudad que se convierte pr onto en la verdadera protagonista del libro. Ante nosotros pasan los suburbios y el Fo