Esta colección de oraciones es como un pequeño devocionario. Muchas de ellas fueron sacadas de "El Evangelio según el Espiritismo", y otras de diversos autores. Todas persiguen un mismo fin: elevar nuestras almas a Dios. Allan Kardec: Nadie que no haya orado de verdad puede desconocer el consuelo y bienestar que con ello se adquiere; y esto que antes pertenecía solo al radio de acción del pensamiento y que exponía a ser tildados de fanáticos o los que la practicaban, la ciencia en su nuevo paso de adelanto, ha venido a demostrar de un modo palpable, las ventajas morales y materiales que su ejercicio produce, siempre y cuando la oración sea verdadera, sea el eco fiel de la gratitud, sea el canto de amor que los seres eleven a su creador y no al rezo rutinario en donde solo se producen palabras y no sentimientos que, al vibrar al impulso del sentimiento, rodeen de oxigeno nuestros cuerpos y a nuestras almas las muevan atraídas por el Bien y la Verdad. La forma es nada, el pensamiento es todo. Rogad cada uno según vuestras convicciones y del modo que mas os conmueva; un pensamiento bueno vale más que numerosas palabras en las que para nada esta el corazón. Esta colección no debe considerarse como un formulario absoluto sino como una variedad entre las instrucciones que dan los espíritus.
"Fenomenal "