En 1944, en el punto más álgido de la guerra, un voluntario francés del ejército alemán sorprende a sus superiores. Quiere ingresar en la Waffen SS, el cuerpo de élite hitleriano. Sólo hay un problema: ese hombre no es ni ario, ni siquiera blanco, sino guadalupeño y sobre todo negro. Como única respuesta, lo envían inmediatamente a un campo de concentración. Este libro narra la increíble historia de ese soldado perdido, que decidió marcharse a luchar contra los bolcheviques, en el frente y el frío rusos, lejos de su isla natal. Al igual que él, algunos desorientados antillanos, nativos de La Reunión o africanos colaboraron activamente con el enemigo, unos en la LVF, otros en la Milicia y otros en la Gestapo.