Los andes cadenas montañosas donde fluye el saber de nuestros ancestros, escondidos en el lenguaje mudo de sus piedras, en los delicados movimientos de sus plantas, en los bravos sonidos de los ríos que descienden de las altas montañas, en cada parte de esa naturaleza que llamamos: PACHAMAMA. Esta fuerza natural visible en el exterior está bajo múltiples formas en los diferentes reinos, mineral vegetal animal y humano, invisible en la intimidad de sus formas allí, donde habita la esencia del creador, en el interior de la red cristalina del mineral, en los átomos y moléculas, en el vegetal, animal y humano en la célula, en su núcleo, en su ADN esa escalera hecha de nucleótidos maravillosamente enlazada por el creador. Toda esta maravilla es la PACHA MAMA. Su fuerza vital KAUSAY PACHA pulsa en cada reino con la resonancia propia de su unidad, enlazada por una sola vibración, la vibración de vida que enlaza todas las criaturas de un reino y de los demás reinos. Ella vigila su evolución, teje amorosamente el telar de la vida sigue pacientemente las leyes del CIELO Hanan pacha y en cada roca, en cada brizna, o árbol, en cada arbusto o flor, en cada rio o viento está vigilando su evolución con tanta misericordia que accede muchas veces a saltos con la mutación en los reinos como entre los reinos. Su silencio es su fuerza, su fuerza, es su belleza su belleza es su misión y su misión es su trascendencia... Mario Talavera Dávila