Un legitimo reproche jurídico-penal de culpabilidad solo se posible en el contexto de un estado democrático de derecho, por que solo en este contexto cabe ver al destinatario de la norma, cuyo quebrantamiento imputable constituye el delito, simultáneamente como autor de la norma, de manera que su quebrantamiento pueda reprochársele como un déficit objetivado de fidelidad al derecho.