En Piedras para una refundación Alí Calderón (México 1982) realiza un complejo ejercicio de crítica literaria inusitado en el panorama de las letras hispanoamericanas contemporáneas hacer dialogar el tiempo y el espacio trazando el replanteamiento de lo poético y el lirismo. Recuperando las formas de configuración de la subjetividad moderna desde Baudelaire inicia un desplazamiento que hace confluentes los órdenes temporales y espaciales al saltar hacia Rimbaud contrastar con Tzara y el espíritu de fractura de la vanguardia la cual se vuelve estable y programática con Gertrude Stein y se encumbra con el avant garde. Después da un viraje rápido hacia las apropiaciones de la vanguardia en Hispanoamérica un repensar a Huidobro al mismo Octavio Paz y su eterna reinvención a través del siglo XX. Sin dejar de dialogar con la herencia de Garcilaso o Góngora asistimos a la confluencia de tiempos de un español que no deja de hablarse que no deja de mutar. Así Calderón se aventura má