Colita se inició en la fotografía de la mano de Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Misserachs a su regreso de una estancia en París, donde estuvo estudiando en la Universidad de la Sorbona. A lo largo de su carrera ha alternado la colaboración en prensa (Fotogramas, Destino, Cuadernos para el Diálogo, Interviu...) con la fotografía de cine. Estrechamente vinculada a la Escuela de Barcelona y a la gauche divine en diferentes etapas de su carrera, ha realizado más de cuarenta exposiciones y publicado treinta libros de fotografía, entre los que destacan Una tumba (1973), Luces y sombras del flamenco (1973, reed. 1998), Els cementiris de Barcelona (1981), El Modernismo (1982), Carmen Amaya, 1963 (1999) y La guache divine (2000). Su obra figura en la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y forma parte del consejo asesor de fotografía. Es Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona 1998 y Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya 2004.