El objetivo que perseguía Lenin cuando se propuso la redacción de esta obra era tratar tres problemas fundamentales: el relativo al carácter y el contenido principal de su agitación política, el tocante a sus tareas de organización y, por último, el referente al plan de crear, simultáneamente y por distintas partes, una organización combativa en Rusia. Pero la intención de circunscribirse únicamente a ellos le resultó imposible; previamente tuvo que abordar dos cuestiones de carácter general: ¿por qué una consigna tan inocente y natural como la de libertad de crítica era una verdadera señal de batalla?, y ¿por qué no se podía llegar a un acuerdo ni siquiera en la cuestión fundamental del papel de la socialdemocracia en relación al movimiento espontáneo de masas? De este modo, Lenin redactó un programa que serviría de guía a los miles de obreros bolcheviques protagonistas de la futura Revolución rusa, un auténtico libro de combate cuya aportación teórica haría temblar los cimientos del Imperio zarista.