Cuando nació, Razzgo fue considerado como el más hermoso de los cachorros de tigre. Pero habría de dar una sorpresa a los miembros de su familia: Razzgo prefería alimentarse de verduras y frutas; y rechazaba, para desconsuelo de sus padres, los sagrados hartazgos de la cacería. El cachorro es abandonado a su suerte. En su deambular por la selva es abordado por un ser que ha corrido similar suerte, se trata de un mico perezoso al que la naturaleza ha dotado de una extraordinaria velocidad, habiendo sido por ello rechazado por los de su especie; su nombre es Zaz. Los dos compañeros de infortunio se hacen grandes amigos y a ellos se une Indo, un sapo que ha tenido la mala suerte de nacer bello. Este singular grupo de aventureros tienen que enfrentar la dificultad que les representa el ser diferentes.