En barrios y pueblos alejados de los grandes centros urbanos ? pero aun dentro de éstos? la religiosidad popular se expresa de maneras muy diversas. Aparecen rituales muchas veces divorciados de la liturgia eclesiástica, se desarrollan las parroquias no convencionales, los diversos credos evangelistas y pentecostales y una iconografía que toma distancia de los santos oficiales. Durante años el antropólogo Pablo Semán realizó un trabajo de campo en un barrio situado al sur del Conurbano bonaerense. Allí registró las distintas modalidades que adopta el fenómeno apuntado. Sin prejuicios y con una mirada sensible y especialmente aguda, el autor compartió las prácticas religiosas de los vecinos, indagó en las causas que lleva a varios de ellos a alejarse de la Iglesia y sacó novedosas conclusiones. Su investigación incluye una alta tipificación de las llamadas sectas y un breve recorrido por figuras de culto como El Gauchito Gil y otros conocidos representantes de la devoción vigente en los sectores populares.