Los cincuenta y cuatro poemas que reúne el poemario provienen de los límites humanos más extremos; la ternura y la crueldad en manos de la trastornada belleza de unos versos que incomodan y conmueven a la vez, como debe ser la voz, cuando se está en el centro de la tragedia. En las voces de estos poemas, está el delirante acto de escribir de su autora, que es arrojo, muerte y amor. En este campo de batalla, la poesía de Victoria Morrison nos deja claro que la vida como el amor, vienen para irse.