Son náufragos en un mar de profundas antilogías de la contradicción, que han empobrecido o entenebrecido el conocimiento. La falta de rectitud y valor, nos ha arrebatado el sol de medio día. La era de la informática nos empacó al vacío en aprendizajes domesticadores. Los principios que rigen el sentido común han abandonado su eterna morada en oposición manifiesta a la conciencia humana.