Una ciudad en la que los recuerdos derivan en una adicción, los presagios se ofrecen en subastas o los sueños son una moneda de cambio no puede ser una ciudad real. Sin embargo, cuando el lector navegue los mares, recorra las calles o transite las autopistas de Santa Servia de los Fuegos se dará cuenta de que las obsesiones, las locuras, los olvidos, los azares, los miedos y las virtudes de quienes habitan en esta ciudad son tan suyas como la vida diaria, como su más simple rutina. A través de los cien microrrelatos que componen este libro, es posible conocer paradojas geográficas, complejidades sobre el tiempo y recurrentes apocalipsis que narran las vicisitudes de una lucha constante e imperdonable entre la bondad y la crueldad. Santa Servia de los Fuegos es una oda y a la vez un fuerte reclamo a lo que somos como sociedad.