' Y en todos ellos hay algo de mí, más o menos novelado, y hay algo de verdad, mucho más que de mentira'.La autora de Teselas (Mundopalabras, 2018), se nos muestra aquí, en Sin pecado concebida, mucho menos vehemente y rebelde. De nuevo nos presenta una recopilación de relatos muy variados, que surgen de miles de momentos y se inspiran también en sensaciones, experiencias y pequeñas emociones cercanas a todo el mundo, pero su verbo es más maduro, más analítico, casi tántrico. La autora ha ido dejando por elcamino, durante tres años, parte de su ironía y mordacidad y ha ido adquiriendo calidez y empatía -aunque a ella no le guste oírlo- y sensibilidad. Son relatos sobre la vida en general, con una mirada optimista y plácida, a pesar de lo que nos rodea; y eso sí, una mirada muy analítica, virtud que sigue adornando a la autora.Sin duda, y así lo reconoce ella en muchas ocasiones, escribir junto al mar, sin ataduras ni horarios, rodeada de una naturaleza maravillosa y salvaje, ha influido positivamente en su espíritu. Los lectores lo podrán disfrutar ya desde las primeras páginas.