En noviembre del 1577, el famoso y temido pirata español, Tiburón Rojo, es apresado por soldados de la Corona Española y llevado, en compañía de sus hombres, a prisión, en la isla de Auruga. El gobernado de la isla le ofrece dos opciones. La primera, salvar su vida y la de sus hombres, si accede a enfrentarse al capitán Williams Drook, que por orden expresa de la reina Isabel I de Inglaterra, navega rumbo al mar del Caribe, con la orden de asaltar cuantos barcos y puertos españoles encuentre a su paso. La segunda opción es... La horca. El capitán Drook navega hacia el Caribe con cinco barcos y 180 hombres, prestados por la Corona Inglesa. Tiburón Rojo solamente dispone de un galeón español, aunque está considerado como el barco más moderno de su época, pero aún así, intentará enfrentarse y detener al capitán Drook, y a la vez aprovechar para saldar viejas cuentas pendientes entre ambos... Durante su estancia en el presidio de la isla, Tiburón Rojo, tiene la oportunidad de conocer a Mercedes, la hija del gobernador, de quien se enamora, haciendo que su arriesgada misión se convierta en algo mucho más complejo de realizar al saber que la joven y su padre han caído prisioneros del capitán Drook. El encuentro entre estos dos temibles hombres convertirá, durante unas semanas, las azuladas aguas del mar Caribe en un lugar lleno de amor, pasión, venganza y lucha, en aguas teñidas de rojo por la sangre y las llamas del odio.