En 1957 se presentaron tres piezas teatrales de Elena Garro en el cuarto programa de Poesía en Voz Alta, desde esa fecha el talento de la autora fue reconocido por críticos como Armado de Maria y Campos, Luis G. Basurto y Juan García Ponce. Su obra es punta de lanza para el desarrollo del realismo mágico en la dramaturgia, rompe con la tendencia costumbristas de la época y logra lo que ningún otro había hecho: construir teatro a partir de atmósferas, símbolos y espacios, de forma que en el espectador se genere la ilusión del desvanecimiento de las fronteras de lo posible.
"¡Excelente!"
Mariel Patricia Armijo Pontigo Martes 18 de Mayo, 2021"Llegó en buenas condiciones"