Los habitantes de una ciudad caminan por sus calles generalmente sin advertir ni el paisaje natural ni el cultural. Son escasos los que se detienen no sólo a mirar el cielo sino a observar la diversidad de las construcciones. La arquitectura de cualquier sitio en el mundo puede conservar un estilo típico; pero en general es ecléctico. La variedad de la fisonomía y su conservación ofrecen un panorama apasionante especialmente en el caso de las edificaciones destinadas a la vida doméstica.