Aimar es un joven con autismo que busca su lugar en el mundo: el lenguaje verbal es algo extraño para él, un código indescifrable con unas reglas propias que escapan a su entendimiento; Jon acaba de entrar en la cuarentena, vuelve a su ciudad tras haber pasado varios años en el extranjero, se reencuentra con Ane, la madre de Aimar, un amor de juventud, y estas tres vidas empiezan a cruzar sus presentes y... sus pasados. Todos los azules llevará al lector hasta el rico mundo interior de Aimar, sus formas de pensar y de sentir, las limitaciones de su trastorno y su capacidad de superación. Pero no solo constituye una reivindicación del derecho a ser diferente, sino que, además, como todas las buenas novelas, pondrá al lector en contacto con la esencia de la naturaleza humana.