La celulitis común afecta a más del 70 por ciento de las mujeres de todas las edades, y constituye junto con la obesidad la mayor preocupación en cuanto al aspecto físico se refiere. Aunque en el deambular cotidiano pasa desapercibida y cualquier ropaje o panty es capaz de hacerla invisible, en la intimidad de las casas y en los lugares de recreo acuáticos, ocasiona no pocos traumas psicológicos para quienes la padecen. Aunque no supone un problema médico severo, suele afectar a las extremidades inferiores, los muslos, el vientre, las caderas, las nalgas, aunque en ocasiones también a la nuca, y muestra una piel de aspecto a cáscara de naranja, existiendo también una infiltración grasa en el tejido subcutáneo que provoca endurecimientos, nudos y engrosamientos. La otra alteración de la piel, las estrías, está igualmente extendida en la población femenina, especialmente en quienes han dado a luz o han soportado drásticas bajadas de peso. Igualmente tiene un componente de cronicidad y muchos de los tratamientos fracasan, más por falta de constancia que de efectividad, aunque con frecuencia lo hacen por no haber llegado a tiempo, antes de que los tejidos se hayan endurecido. Las alternativas proporcionadas por la Medicina Natural, aplicadas de forma continuadas, producen una significativa mejora en ambas enfermedades.