Una herida vascular puede ocasionar una hemorragia tan grave que pone en peligro la vida o puede motivar falta de irrigación tisular que ocasione isquemia significativa que arriesga la integridad de una extremidad o de un órgano importante. En algunas condiciones la atención primaria al paciente se ofrece en el lugar del accidente y por eso el primer médico que lo atiende juega un papel decisivo al controlar la hemorragia o evitar mayores trastornos en el paciente. En años recientes se han modificado los conceptos respecto al uso de torniquetes, también con los métodos de reanimación y atención primaria se han logrado salvar gran número de heridos y en últimas fechas ha habido un interés especial de sustancias hemostáticas que aplicadas directamente favorecen la formación de coágulos efectivos para controlar una hemorragia.