Uno de los principios fundamentales para crecer y desarrollar nuestra fuerza interior es la capacidad de mirarnos a nosotros mismos. De esa manera podemos saber qué pensamos, cómo funcionamos, en qué áreas nos va bien y en qué áreas nos va mal. Esa capacidad de mirar hacia adentro nos conduce a un gran descubrimiento: en nuestro interior tenemos recursos extraordinarios y fortalezas que tal vez ya utilizamos en alguna situación de crisis. Están allí, solo tenemos que reconocerlos para volver a hacer uso de ellos: Decir sí y no nos da fuerza interior para caminar con seguridad. Formar el cerebro de pareja nos da fuerza interior para tener un nosotros. La resiliencia nos da fuerza interior y nos permite salir fortalecidos de las crisis. Poner una medalla de oro otorgar fuerza interior, todos necesitamos alguien que nos elogie. Construir intimidad me da fuerza interior porque fortaleza interna es victoria externa. Caminar con el dolor acompañados, nos da fuerza interior para poder sanarnos estando juntos. Identificar y atesorar las actitudes buenas de los demás nos da fuerza interior para completar nuestra madurez. Reconocer nuestro conflicto nos da fuerza interior para avanzar en la vida con más fuerza.