Como los cuadros de una exposición, los veintinueve poemas de Un reloj derramado en el desierto invitan a recorrerlos sin prisa, atentamente: homenaje al arte de pintar a través del arte de la palabra, el libro de Alejandro Susti es también una reflexión sobre el tiempo, que es la sustancia fugitiva de la creación artística, y sobre el oficio del poeta (y es poiesis la actividad de quien ilumina el lienzo o la página). "La carne viva del instante" es la materia que solicita al creador. ¿Cómo mirar el tiempo, cómo fijarlo en la imagen? Hacer ver "lo invisible en lo visible" y detenerse en "la paradoja eterna del mirar, el aleteo de la luz en la memoria" son las razones profundas de Un reloj derramado en el desierto. Dice Susti en un hermoso verso: "La pintura es vibración profunda". También la poesía. (Peter Elmore)