Este libro es una invitación a profundizar en la palabra de Jesús Crucificado, a comprobar que fuimos perdonados pues no otra cosa podía venir de la misericordia divina. A lo largo de sus renglones nos sentiremos sacudidos, como es habitual en los testimonios de Madre Olga, con palabras de nuestra vida cotidiana, de comprensión sin obstáculo, de sentido común, que suscitan irremediablemente en nosotros la necesidad de sentir el consuelo de los brazos abiertos del Señor.