Versos de agua camina desde el reclamo amoroso, la llamada a la valentía del amante para romper las distancias y los muros hasta esa felicidad cómplice de la sorpresa. Por el camino ha transcurrido una historia pasional con un paréntesis en la desolación del silencio. No es la autora alguien que se quede en el dolor porque exige la felicidad y la pasión, y de ahí el impulso final, porque tanta pasión entregada se merece correspondencia. Así hace carne del agua en su versos Clemen. Así la conocí yo, así os la presento.