Los tres breves tratados sobre la virginidad que contiene este libro han sido fuente constante de inspiración para la generosa entrega al Señor. Tres diamantes cuyo fulgor y dulzura iluminan y confortan. El don de la virginidad constituye un tesoro vital en el seno de la Iglesia. Silenciarlo sería amputar el evangelio y fallar a la humanidad que tiene derecho a recibir la palabra y la gracia en plenitud.