La obra primigenia de este joven autor nos invita a transitar con él por una serie de reflexiones derivadas de sus traslados en el metro de la Ciudad de México, trayectos en los que se ve abordado por temas cotidianos de la vida de cualquier persona, ¿Cómo vivir el amor?, ¿Qué es la amistad?, ¿Cómo sentir al otro en un mundo en el que esa simple consideración emotiva parece quedarse sin lugar? Nos dice el autor: “La frustración frecuentemente viene acompañada de la queja”. Salir de esta condición es lo que lleva a proponer la tesis central de su libro: Yo Soy Dios, asumir la vida propia como la principal responsabilidad de cada uno. Nicolás Nazar Martínez propone la importancia de reconocerse a uno mismo, de considerar que cada uno es su propio recurso y que es esa combinación de uno con los otros lo que nos puede ayudar a encontrar el sentido de una trascendencia singular.