Es Biniali, un “llogaret” de Mallorca, el lugar en que la autora atesoró todos los recuerdos y vivencias que han inspirado ésta obra. Inolvidables sus días estivales en Son Reyó , casona familiar cuyos muros de piedra y bodegas centenarias guardan los secretos de varias generaciones de sus ancestros, era inevitable que Pepa dejase volar su imaginación para recrear ese mundo como un homenaje al linaje familiar materno y a la niña que fue. La obra se completa por una serie de poemas inspirados por su amor a las tierras de Biniali, en S’Hort Vell donde pasó largas y felices temporadas rodeada de su familia.